Tras visionar el vídeo “What does propaganda look like in a democracy?” (¿Cómo es la propaganda en una democracia?) obtienes algunas conclusiones. Una de ellas, es que existe una enorme influencia en los medios de comunicación por parte de las compañías responsables del marketing y la propaganda. En el vídeo dan una cifra aproximada, y es que más del sesenta por ciento de la información que recibimos es propaganda. A través de estos medios de comunicación nos llegan inmensas cantidades de propaganda todos los días, aunque en las sociedades democráticas su presencia es sutil y subyacente. Para conseguir persuadir a la población de una manera “sutil” utilizan personajes públicos respetables y queridos por la gente para poder transmitir sus mensajes de consumo. ¿Por qué? Pues porque la población confía en esos personajes, es decir son utilizados.
Aunque, personalmente, destaco la frase final del vídeo de Alex Carey “It is arguable that the success of business propaganda in persuading us, for so long, that we are free from propaganda is one of the most significant propaganda achievements of the 20th century”. Carey dice que tras décadas de exposición a la propaganda mediática, su mayor logro es hacernos creer que somos inmunes a ella.
Profundizando entre las obras de este autor, también destaco unas ideas sobre la propaganda de Carey en Taking the Risk out of Democracy: Propaganda in the EE.UU. and Australia “el siglo XX se ha caracterizado por 3 acontecimientos de gran importancia política: el crecimiento de la democracia, el crecimiento del poder empresarial y el crecimiento de la propaganda corporativa como una forma de proteger el poder corporativo en contra de la democracia”.
Para finalizar este posteo pongo un ejemplo de los primeros apuntes históricos de la propaganda ocurrió bajo el mandato de Woodrow Wilson. Este señor fue elegido presidente en 1916 como líder de la plataforma electoral Paz sin victoria, cuando se cruzaba el ecuador de la Primera Guerra Mundial. La población era muy pacifista y no veía ninguna razón para involucrarse en una guerra europea. Sin embargo, la administración Wilson había decidido que el país tomaría parte en el conflicto. Había por tanto que hacer algo para inducir en la sociedad la idea de la obligación de participar en la guerra. Y se creó una comisión de propaganda gubernamental, conocida con el nombre de Comisión Creel, que en 6 meses logró convertir una población pacífica en otra histérica y belicista que quería ir a la guerra y destruir todo lo que oliera a alemán, despedazar a todos los alemanes, y salvar así el mundo. Se alcanzó un éxito extraordinario.
Donde el poder financiero y empresarial y los medios de comunicación fomentaron y prestaron un gran apoyo a esta operación, de la que obtuvieron todo tipo de provechos.
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