La Asamblea General de las Naciones Unidas aprobó la Declaración Universal de los Derechos Humanos el 10 de Diciembre de 1948. Casi cincuenta años después, el 12 de Noviembre de 1997, Robert B. Gelman redactó una carta la Declaración de los Derechos Humanos en el Ciberespacio, basada en la Declaración Universal anteriormente mencionada.
Gelman asegura que, en un mundo donde el acceso a la información, la tecnología y la conectividad son las claves para el empoderamiento individual, estos derechos son tan fundamentales como los del mundo físico. Por ello, redactó su preámbulo y 24 artículos basados en el preámbulo y los 30 artículos de la DUDH.
De esos veinticuatro artículos, personalmente destaco el Artículo 11:
“Everyone has the right to a basic level of information access via public institutions and service providers”
(“Toda persona tiene derecho a un nivel de acceso a la información a través de instituciones públicas y proveedores de servicios”).
(“Toda persona tiene derecho a un nivel de acceso a la información a través de instituciones públicas y proveedores de servicios”).
Ni que decir tiene, que estoy total y absolutamente de acuerdo con este derecho, pienso que actualmente es imprescindible disponer de acceso a Internet para realizar cualquier trámite, búsqueda de información, compartir esa información, interactuar entre personas, etcétera. Porque son los gobiernos y las propias empresas las que nos obligan a ello.
Pero también es cierto, que no todas las personas, sino una cantidad muy pequeña de la población mundial disfrutan de los dispositivos necesarios para ese acceso en su uso personal, es decir, en su propio hogar, o más bien, no puede mantener económicamente ese acceso.
El INE (Instituto Nacional de Estadística) en el 2006 realizó una encuesta sobre el equipamiento y uso de la tecnología de información y comunicación en los hogares españoles, y el resultado fue que más de 5,6 millones de hogares tienen acceso a Internet.
Actualmente, en Febrero de 2010, el Centro para el Futuro Digital de la USC Annenberg School for Communication & Journalism realizó una encuesta a nivel mundial. Según sus conclusiones los países desarrollados y los países menos desarrollados reportaron un bajo porcentaje de usuarios de Internet, incluyendo a México (32%), Portugal (37%), Chipre y Colombia (45%), República Checa (51%) y Chile (55%). Sólo tres países reportaron más del 60% de los encuestados como usuarios de Internet: Macao (61%), Estados Unidos (78%) y Suecia (80%).
Jeffrey I. Cole, Director del Centro, dijo que “estos resultados evidencian que todavía Internet no forma parte de la vida de cientos de millones de personas en todo el mundo - incluso en países tecnológicamente avanzados".
En la conclusión final de las encuestas aplicadas se destaca que la gente no se conecta a Internet, porque no cuenta con un computador, o no lo considera útil y, en algunos casos, el servicio es demasiado costoso. Las compras por Internet para la mayoría de los países que reportaron información todavía no es una costumbre; en 7 de ellos más del 60 por ciento de los usuarios nunca ha comprado por este medio.
Por esto último y como señala Gelman en su Declaración de los Derechos Humanos en el Ciberespacio, son tanto las instituciones y organismos de los Gobiernos como los proveedores del servicio quienes tienen que facilitarnos ese acceso a la información. En todos los países del mundo.
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